Te busco en lo momentáneo del hoy. Entre cada uno de los miles de pasos que doy. Entre cada una de las palabras que escucho y las que digo. Entre cada calle que atravieso. Entre cada mirada que conecta con la mía. Entre cada desconocido que me cruzo. Entre cada respiración que llevo a cabo.
Te busco en lo intangible del ayer. Entre cada promesa pronunciada. Entre cada susurro apenas oído. Entre cada rayo de sol que alguna vez tocó una piel. Entre cada reflejo de luna que fue faro, incluso en la noche más oscura. Entre cada éxito. Entre cada derrota.
Te busco entre lo efímero del mañana. Entre cada sueño del porvenir. Entre cada imagen cambiante del futuro. Entre cada conversación que aún no he tenido. Entre cada lugar que aún no he visitado. Entre toda una vida que aún no llega a mí.
Te busco más allá de lo que conozco. Entre las lejanas estrellas que ni siquiera soy capaz de contar. Entre las profundas aguas del mar, de fondo tan enigmático. Entre mis vidas anteriores, pues sé que mi búsqueda no se limita a ésta. Entre lo más recóndito de mi ser: ese que ni yo mismo conozco bien.
Te busco entre las cosas más fugaces que me rodean. En ese pequeño beso de una pareja feliz. En la suave brisa que me desordena el cabello. En la sonrisa inocente de un bebé. En el pequeño capullo que regalará una nueva mariposa al mundo. En el sonido de la lluvia.
Te busco entre las cosas más magníficas. En la inmensidad de una montaña. En lo infinito del cielo. En la energía de un rayo. En la fuerza de un río. En la profundidad de cada bosque. En lo poderosa de una motivación. En las líneas de cada libro. En la letra de toda canción.
Te busco con el anhelo de por fin tenerte. Con el miedo de no merecerte. Con la añoranza de sentirte entre mis brazos. Con la incertidumbre del momento en que por fin contemple tus ojos. Con la convicción de no rendirme. Con la seguridad de encontrarte.
Te busco entre las cosas más magníficas. En la inmensidad de una montaña. En lo infinito del cielo. En la energía de un rayo. En la fuerza de un río. En la profundidad de cada bosque. En lo poderosa de una motivación. En las líneas de cada libro. En la letra de toda canción.
Te busco con el anhelo de por fin tenerte. Con el miedo de no merecerte. Con la añoranza de sentirte entre mis brazos. Con la incertidumbre del momento en que por fin contemple tus ojos. Con la convicción de no rendirme. Con la seguridad de encontrarte.
Te busco tanto que me pierdo a mi mismo. O tal vez nunca me he tenido realmente al no tenerte a ti. Quizás mi razón de estar en este mundo caótico, y tantas veces sin sentido, es únicamente hallarte. Como el despeje final de toda ecuación, puede que así des sentido a mi existir.
Y aunque por el momento mi búsqueda no me ha regalado frutos, sé que estás ahí, en medio de la gente y del mundo, en algún lugar en el que, más pronto que tarde, coincidiremos, pero por ahora solo quiero pedirte que me esperes, y que sepas que sin importar nada yo te busco.
Y aunque por el momento mi búsqueda no me ha regalado frutos, sé que estás ahí, en medio de la gente y del mundo, en algún lugar en el que, más pronto que tarde, coincidiremos, pero por ahora solo quiero pedirte que me esperes, y que sepas que sin importar nada yo te busco.